lunes, 3 de diciembre de 2012

No Hay Segunda Sin Primera


Sólo había escrito una historia y quería buscar otro lugar para sentir la inspiración del escritor. Realmente lo tenía fácil. Mi máquina es modelo portátil, podía llevarla a cualquier sitio. No necesitaba ningún tipo de energía externa, como esos cacharros de ahora (pilas alcalinas, enchufes baterías,...). No hay comparación, el tacto que uno siente al golpear cada una de las teclas. Pero bueno tampoco me voy a pasar demasiado tiempo en describir las maravillosas sensaciones de las antiguas tecnologías.


Así que resuelto cogí mi máquina de escribir y salí a la calle, mientras bajaba las escaleras pensé a qué lugar iba a dirigirme.

En cuanto estuve en la calle tuve la sensación de que me observaban, veía a gente de toda clase y condición hablando con sus últimos teléfonos de última generación. ¡Qué necios! Eran esclavos de sus tecnologías. Cada dos pasos alguien hablando por él móvil, o escribiendo.

Yo me sentía orgulloso, sin ningún tipo de atadura tecnológica. Así con estos pensamientos llegué al café (de momento no pondré nombre, debo negociar con ellos un dinerillo), me senté en una de las esquinas y esperé a que viniesen a preguntarme.

- ¿Que vas a tomar?- me preguntó la camarera, sin ningún tipo de gesto. Apenas supe que era ella quien hablaba porque me fijé en sus labios moviéndose.

-Un café con leche- Estaba un poco nervioso era la primera vez. Siempre hay una primera vez para todo. Y esta era la primera vez que utilizaría mi máquina, estaba impaciente, algo nervioso quería terminar cuanto antes de tomar el café y ponerme a escribir. Me mantenía relajado para que nadie notara mi nerviosismo.

Al rato llegó la camarera y puso  la taza sobre la  mesa y al lado el cuenquito con un churro, y un trozo de bizcocho. Un minúsculo trozo, se podía coger perfectamente entre el dedo gordo y el índice, y casi llegaban a rozar.

Con un movimiento de vaivén de la mano fue echando la leche. Era casi mágico yo quedé hipnotizado, y no podía apartar los ojos de su mano, en el último instante, con un giro asombroso de muñeca dejó caer las últimas decoraciones del café con leche. En ese momento, sentí la necesidad de abrazarla, por el trabajo bien hecho, pero me aguante no debía llamar la atención. Quería pasar desapercibido, sólo pude mirarla a los ojos y sonreírla. Tantas cosas quería decirla. No era el momento y el lugar.

Cogí el sobre del azúcar y con una destreza inusitada lo rompí. Algo del azúcar saltó por encima de la mesa, también se desparramó por el suelo. dirigí una mirada de reojo alrededor, me pareció que sólo una pareja cuchicheaban entre ellos y se reían. Con la cucharilla revolví, debía mantenerme impasible, como que no había pasado nada. Llevé la cucharilla a la boca y sentí todo el amargor del café. No había salvado ni un miligramo del azúcar. Disimuladamente me relamí, como si fuese el café más dulce que había tomado en mi vida.

Por un momento quedé dudando, entre coger el churro y mojarlo en el amargo café o llevarlo directamente a la boca. Opté por lo último, estaba tan tieso y frío, que parecía masticar chicle en vez de un churro. No importa nada, no había ido para delicatessen, así que lo engullí como un pelícano a un pez, y algo se me atravesó en la garganta. Tuve que echar mano rápidamente al café, lo tragué a la vez que me abrasaba la lengua, el cielo de la boca y la garganta. El churro se desatascó y cayó como una piedra en pozo sin fondo. Sentí un calor inusitado por la cara y cogí con mi mano izquierda, a la vez que llevaba temblando la taza a la mesa. No calculé bien y la taza se precipitó al vacío. No solo la taza, sino también el platito, y el bizcochito.

Creo que se rompió en un gran número de trozos. No me paré a contarlos, no tenía tiempo. El líquido me salpicó los pantalones recién planchados, y se me metieron trozos de porcelana por todos los recodos de los calcetines. Pensé “tranquilo, apenas nadie se ha dado cuenta”, era un solo pensamiento positivo dirigido a mi mente.¡Todos me estaban mirando!

Llegó la camarera con una sonrisa forzada, la fregona y el cubo, y recogió todos los restos. Me preguntó.

-¿Quieres tomar otro café?
-No gracias, con uno es bastante. Si nó me pongo un poquito nervioso. Tráeme un vaso de whisky con hielo.

Ya había terminado los preliminares, y ahora un poco más seguro de mi. Podía empezar a escribir mi siguiente historia.

13 comentarios:

  1. Lo felicito ampliamente Señor Escritor.

    Me encantan tus historias Luis; se disfruta mucho con su lectura. Gracias por compartirlas.

    También te felicito por los cambios al Blog. Luce con más vitalidad.

    Felicidades.

    Saludos desde México, D.F.

    Chau!!!!

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  2. Estimad@ Anónim@, me gustaría expresar desde este lugar de la charca la satisfacción que supone ser leído, desde ese otro lugar. Esto da ánimos, para poder seguir inventando y soñando historias.

    Muchas Gracias Anónim@.

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    1. Mi querido y estimado Señor Escritor.

      Agradezco el tiempo que se tomó en responder a mi comentario. Definitivamente comparto su inteligentísima opinión... y parafraseándola le digo que "Esto da ánimos para poder seguir comentando".

      Saluditos desde México, D.F

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  3. Hola mi escritor preferido !

    Que gusto leer este momento que todos vivimos al menos una vez en nuestra vida, "un grand moment de solitude" :) una expresion francesa, que te dejo el lujo de entender...

    Me das ganas de conocer la continuacion del heroe, tu descripcion minuciosa hasta las sensaciones del tipo extraño que camina por las calles con una maquina antigua estilo "olivetti" :)

    Sigue asi, y gracias por regalarnos esos ratos de evasion !

    Tu amiga francesa :)

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    1. Muchas gracias, uno cuando escribe quiere que le lean. Y esta es una forma en que se pueden intercambiar opiniones y sensaciones. Me encantaría entender "un grand moment de solitude", aunque creo comprender "un gran momento de soledad".

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  4. Me gusta mucho tu historia. Me gustarìa escribir màs pero no hablo espanol muy bien :)))
    Un saludo
    Emilia

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    1. Muchas gracias Emilia, y sobre todo por el esfuerzo de leerme y escribirme.

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  5. Estoy esperando tu tercera historia ya!!! a ver si le das un poco mas de caña, que es eso de hacer esperar tanto a tus fans?
    Francamente, es muy ameno leerte, no seria difícil leer 200 páginas seguidas tuyas asi que no dejes de escribir ok?

    Michi

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  6. En breve estará mi tercera historia. Muchas gracias Michi. Todas estas cosas dan un gran subidón.

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  7. Estimado Manín, me resultó bastante amena la lectura. Felcitaciones.

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  8. Gracias Jolso, el Lunes pondré otra...

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  9. Me ha encantado, es amena, y estoy con el protagonista de que lío de tecnologías, ya no se aprecian las máquinas de toda la vida que tienen su encanto. Yo también empecé a escribir con una máquina, y bueno me ha gustado mucho como has enfocado en el texto, aquel bonito flechazo, romántico y dulce, lleno de pensamientos preciosos.

    Enhorabuena :)

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  10. Gracias Viki, el protagonista es un poco patoso como todos hemos sido alguna vez. Yo fijo que sí, los demás no tengo ni idea, tampoco voy a juzgar a nadie, jejejeje.

    Me acuerdo la veces que empecé en casa el método para aprender a escribir a máquina. Nunca pasé de las primeras hojas. Me rendí, y empecé en una academia, ahí por fin lo conseguí.

    Chao

    P.D. Tengo que buscar la definición de álter ego

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